“Las mujeres padecemos el patriarcado en nuestra vida cotidiana desde que queremos usar indumentaria que nos haga sentir libres y cómodas por la calle, hasta en el diseño urbano, pasando por todas las escalas posibles” dice Griselda Flesler, diseñadora y docente en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA, quien además es una de las principales impulsoras Public Voices
Flesler y un grupo de diseñadoras y artistas latinoamericanas se unieron para formar este colectivo integrado por mujeres activistas de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Peru, Colombia, México y también de Suiza, quienes participaron en movilizaciones ayer y hoy con el propósito de hacer registro sonoro y visual de las manifestaciones feministas en las calles.
“La iniciativa surgió hace unos años, desde que vengo trabajando la cuestión del espacio público atravesada por la perspectiva de género y qué pasa con el impacto del movimiento de mujeres y disidencias” dice Flesler, y agrega:“en ese sentido me parece importante ver qué acontece con las manifestaciones feministas a raíz de cuestiones que tienen que ver por ejemplo con las pintadas en lo que se denomina el patrimonio y en algunos edificios”. En esas tensiones se atiende, además, al “espacio sonoro que se llena de voces, que son gritos y canciones pero también son susurrros, nos interesa qué pasa con esa capa de sentido”
¿Cómo contribuye el diseño en las manifestaciones feministas? “Hay que pensarlo como uno de los dispositivos más propositivos que podemos encontrar hoy en términos materializables, concretos y visibles y es justamente un dispositivo político para poder visibilizar y cuestionar el estado de cosas en la vida cotidiana»
En Argentina estas expresiones son el preludio de otras más que se harán en noviembre en el Parque de la Memoria con instalaciones, performance, charlas y proyecciones sobre los registros que se recopilen en los diferentes países. El material formará parte del archivo público de ese sitio tan emblemático para la historia argentina. Además, en diciembre se realizará la actividad similar en Basilea, Suiza. Y el proyecto cuenta con el financiamiento COINCIDENCIA – Programa para America del Sur de la Fundación ProHelvetia.