En el marco de la primera edición del premio que, esta noche, entregará, en el Tattersall, la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (Aptra) en combinado con un grupo de trabajadores de la prensa sobre moda (productores, estilistas, cronistas, entre otros) y ante las ternas postuladas que hacen referencia al estilo, la pregunta es justamente ¿de qué se habla cuando se habla de estilo?. Seguramente hoy no se explicará qué se entiende por estilo, sino que cada una de las categorías funcionará como un capricho taxonómico o como un casillero con el único propósito de ser llenado.
Por eso la lamodadice convocó a tres especialistas en el tema para poner el foco en la moda en tanto un discurso social, el diseño y la industria. Profundizan sobre ese concepto, el estilo y cómo puede puede ser releído, resignificado o lamentablemente implosionado.
Desde el vamos que la referencia inmediata de las consultadas es la definición más difundida y aceptada, la del semiólogo Oscar Steimberg, que establece que “los estilos son modos de hacer postulados socialmente como característicos de los distintos objetos de la cultura y perceptible en ellos”. Este autor clave para la comunicación en la región, desde la década del 60, destaca a su vez que los estilos pueden remitir a una época, región o autor, y en cualquiera de esas tres clasificaciones se van a poder encontrar rasgos propios que los distinguen del resto. Es más fácil identificarlos en el tiempo, en diacronía. A modo de ejemplo, alcanza con pensar en los períodos del Renacimiento y el Barroco. Los estilos “no se circunscriben a ningún lenguaje, práctica o materia significante” y se pueden definir por rasgos, retóricos, que son mecanismos de configuración del texto; temáticos, aquellas ideas y conceptos trabajados por el texto y enunciativos, como los que remiten a la construcción del enunciador, del enunciatario y la relación entre ambas entidades.
En este marco, la licenciada Lorena Steinberg, jefa de Trabajos Prácticos en Semiótica II, cátedra del Coto, en la carrera de Ciencias de la Comunicación Social de la UBA, explica que “si pensamos el estilo aplicado a la moda, se podría tomar como ejemplo que el estilo de un conductor se define por un conjunto de rasgos que se reiteran y lo diferencian de los demás. Por consiguiente, cuando se afirma que alguien ‘tiene estilo’, implica que posee una manera elevada estilísticamente y legítima de hacer o de decir”. Ahora si eso es reflexionado en el contexto de la televisión ¿el estilo es propio al discurso televisivo o en realidad es el estilo que se ve en la calle mediado por la tv? “La televisión, como medio de comunicación, tiene una gramática de producción, que primordialmente se rige por una lógica comercial. Por lo tanto, es fundamental el rol de los anunciantes como forma de subsistencia -comenta Steinberg- , y es en este aspecto que los conductores cobran vital importancia en su función de ser influenciadores (motivan una conducta de compra, por funcionar como referentes para determinados públicos)”. Si bien existen distintas variables que inciden al momento de adquirir un producto de indumentaria, aclara que “el branding, los influencers y los valores de una marca son esenciales en la conformación de su identidad”.
Florence Argüello, reconocida estilista de moda, formada en Diseño de Indumentaria y en la carrera de Letras en la UBA considera que para responder qué es el estilo tiene que recurrir indefectiblemente, también a herramientas semiológicas, para poner sobre la mesa una terminología que según ella fue mutando en la trama social a lo largo de los años y que: «creo que fue vaciada de contenido y es requerida para enunciar gestos particulares que identifican a una persona por adherencia a un determinado estilo o códigos estéticos”. Además: “el estilo no necesariamente se conforma en el tiempo, a veces perdura su legado, es resemantizado, de alguna manera re interpretado. Dejando de lado un juicio valorativo del mismo. Existen varios estilos, que por su originalidad quedan inmersos en la cultura de una sociedad”. ¿Cómo infuyen las redes sociales en la definición del mismo? “ Para ello voy a tomar a Jean Marie Klinkenberg que reconoce un rasgo común a todas las definiciones del estilo: como producido o recibido el estilo es siempre una singularización. En ese sentido creo que las redes sociales van de la mano de la tendencia y la novedad de manera vertiginosa y los contenidos son sometidos a ese lenguaje. Por eso pregunto si ¿estamos dispuestos a pasar por el tamiz académico lo producido, elaborado, señalado y resaltado? Y si ¿estamos dispuestos a crear criterios para analizarlos, reflexionarlos y aplaudirlos? Quiero creer que si» concluye.
Verónica Fiorini magister en Diseño Comunicacional y titular de Proyecto de Indumentaria en FADU- UBA, considera que “el campo de la Moda, se asocia a la idea de identidad, de igualdad del ser respecto a sí mismo. Es decir que quien tiene estilo, se distingue de otros a través de su apariencia. En términos históricos, los estilos de moda presentan rasgos estables y por eso podemos hablar por ejemplo del estilo orientalista de Paul Poiret en 1910”. Y ¿cómo se enseña lo referido al estilo en la carrera de diseño? “Está muy presente la idea del estilo, en tanto consideramos al diseñador como un comunicador visual además de un proyectista, y en este sentido alentamos que los estudiantes tengan una mirada personal, aguda y crítica sobre los problemas de diseño. Es importante que cada proyecto sea original y distintivo, que nos presente un nuevo enfoque proyectual”, dice Fiorini y aclara que en los inicios de esta disciplina el estilo estaba en segundo plano porque todavía se estaba construyendo el campo y los conceptos, las prácticas y los modos de pensar los objetos vestimentarios. Dice de esa época que “se buscaba legitimar la disciplina, a partir de cruces con la arquitectura, el arte y el diseño industrial. Igualmente de allí surgieron diseñadores con estilos muy marcados: Ramírez, Nadine Zlotogora, Mariana Dappiano, etc. En la actualidad, con la disciplina más establecida (a 30 años de la creación de la carrera), desde la UBA tenemos, como uno de los ejes claves, la construcción de diferentes estilos de diseño en torno a la búsqueda de discursos visuales que den cuenta de ciertos rasgos de la identidad nacional y de tendencias socioculturales de consumo propias de nuestra región”. Y si reflexiona en términos de los medios gráficos y digitales para Fiorini éstos funcionan como referentes que: “replican, avalan ciertos estilos por sobre otros, crean imágenes hegemónicas, etc”. Por eso destaca lo fundamental que ss que es para los alumnos el sentido crítico. “Estamos en contra en los casos en que la referencia se transforma en copia. El diseño es en ese caso inexistente. También advertimos que hoy en día la información disponible parece infinita pero ante ciertas búsquedas aparecen las mismas imágenes, es decir que se imponen ciertos discursos visuales por parte de marcas, influencers, fashion films, publicidades. Por lo tanto, el discurso de la multiplicidad de estilos, a veces es puesto en jaque. Por eso es tan importante, desde el campo del diseño, proponer otros discursos menos transitados, capaces de forjar otros parámetros que den lugar a nuevos estilos e imágenes dentro de la disciplina” sintetiza