Tras dos semanas de presentaciones de moda de hombre, dos de las principales capitales del mundo, Milán y París, mostraron prendas unisex,
hombres y mujeres desfilando en la pasarela, intenciones sostenibles y en
algunos pocos casos, nuevas ideas.
En los cinco días de colecciones mostradas en Italiana, se destacaron:
Prada que apostó al color y a sus habituales ambos grises en un espacio
inspirado en la estética Giorgio de Chirico, en el cual la disposición hizo que la única manera de contemplar la pasarela fuera mirando hacia abajo. Prevaleció el mostaza, rojo, marrón, además de blanco y negro. Hubo cuadros y estampas ópticas.
Emporio Armani trabajó con materiales orgánicos, como lana y algodón, para
acompañar, de ese modo, el reclamo ante la urgencia ambiental que vive
el planeta. La firma comandada por Giorgio Armani lo hizo explícito en chaquetas que la espalda tenían impresa la leyenda: «Im saying yes to recycling».
Gucci, liderada por Alessandro Michele, una vez más, dio la nota, con un escenario montado en el hub de la marca que contó con un pendulo gigante alrededor de cual oscilaron modelos hombres y mujeres. Las prendas con reminicencias a los 70 u 80, y el grunge, sobre todo, privilegió tonos metalizados, verde, rosa, azul y amarillo. Hubo pantalones con pata ancha y tapaditos, dignos de un diseño de Marilú Bragance. Entre lo más atractivo de Michelle es que manifiesto en mano, propuso dar por tierra la idea contaminada del macho y a punto a los hombre sensibles.
La de París que comenzó el 14 de enero y terminó el sábado a la tarde, dio la nota con las pasarelas de:
Louis Vuitton. El norteamericano Virgil Abloh propuso la vuelta a la
sastrería dejando atrás el street wear -al menos por ahora- y como para que no queden dudas de su cometido, montó una escenografía que incluyó
grandes tijeras y llaves, estas últimas en alusión a los productos insignias
de la marca. Hubo magenta asociado a tonos tabaco y camel, para
modelos que caminaron entre nubes, literales. Abloh, días antes también
se alejó de la moda deportiva con Off White, desfile que sorprendió al
iniciar la pasada con el eximio bailarín de tap Cartier Williams.
Vetements. Hizo honor a los fakes aunque esta vez hablando de las propias modelos. Los émulos de Kate Moss y Naomi Campbell entre otras celebridades que se apropiaron de la pasarela. Hubo ropa urbana, referencias a los 80 (vestidos lenceros y pieles, aunque sintéticas). Otro de los juegos irónicos típicos de la marca
fue el de las remeras con la inscripción: “No Social Media, Thanks You”
Jacquemus. Optó por hacer una sola colección, mixta, tanto para hombre
como para mujer, a donde se vio desfilar a todas las top del momento, incluída la
argentina Mica Argañaraz. El diseñador francés hizo foco en la líneas
simples, los colores claros, en contraste con el negro. Por supuesto también mostró sus ultrafamosos mini bolsos, cada vez más mini.
Palomo Spain. El andaluz, Alejandro Palomo, volvió a las pasarelas
parisinas, ahora con un homenaje a El Greco y también a su tierra, sobre
todo a la estética de Toledo. También hubo referencias religiosas con
incienso y velas clericales, incluídas. Fiel a su estilo: primaron las mangas
y hombros voluptuosos, los volados y el terciopelo bordado. Y que viva el
Ectasy, tal cual el nombre de la colección.