Pedro Almodovar estiró el pañuelo y así, de una, lo hizo bandera. Lo mismo pasó con Penélope Cruz. Ese gesto no solo se volvió viral sino que un rato después se vio repetido decenas de veces a lo largo de la alfombra roja camino al Grand Théâtre Lumière en el Festival de Cannes. El tema en cuestión es el pedido por la la Ley de Despenalización del Aborto que no solo es un reclamo en Argentina sino que ahora se hizo escuchar al otro lado del charco con motivo de la presentación de la película “Que sea Ley” de Juan Solanas.
Activistas por la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito acompañaron al director en la presentación del film. Así es que los pañuelos fueron insignia y la vestimenta resultó clave para acompañar y reforzar el mensaje. Hubo atuendos que oscilaron en los distintos tonos de verde y también en blanco y negro. Respecto de esto último vale destacar el compromiso de la diseñadora de indumentaria Andrea Urquizu que se ocupó de los outfit de tres de las activistas.
Diferentes combinaciones de saco, pantalón, vestido, falda y camisa en sintonía con la típica propuesta bitono de Urquizu fueron parte de la propuesta. Con un único propósito que la indumentaria refuerce el mensaje. Llevaron además los -a esta altura emblemáticos- antifaces verde dibujados con gliter. “Estamos muy emocionadas y agradecidas con Andrea porque sabemos que si bien viste para grandes eventos y para actores y actrices, ella tuvo el gesto porque sabía que veníamos a dar un paso más en la demanda por el aborto” dice Laura Salomé, periodista y activista en la campaña. Como ella, también asistieron mujeres trabajadoras de la administración pública, docentes y comunicadoras, entre otras.
“Soy feminista, lo hice como algo personal, no lo tomé como estrategia de marca -explica Urquizu- y posteé la foto porque estoy súper emocionada por la repercusión que tuvo y porque lo más importante no es la ropa sino la acción”, expresa.
No quedaron dudas que la mística vivida en Argentina desde que empezó el debate en el Congreso en el 2018 y que ahora sigue en las calles se hizo notar también en Cannes. Además del publico, el mismismo personal del Festival también colaboró para engrosar la ola verde. “Solo con una foto se pudo entender que era una demanda política y masiva de toda una ciudadanía hacia sus representantes -profundiza Salomé- y en ese sentido la ropa jugó muchísimo porque pudimos interpelar desde la forma en que estábamos vestidas”
