«Yo digo yo», y Dior también

“Cuando la mujer golpea el mundo se detiene”, así sin eufemismos esta fue una de las tantas expresiones que se vieron flotando en colores sobre el desfile que realizó Dior en el espacio montado en el Jardín de las Tullerías para la colección AW 20/ 21 presentada en la semana de la moda de París. Esa y todas las otras manifestaciones ahí escritas corresponden a Claire Fontaine convocado por Grazia Maria Chiuri, quien, con esta acción, una vez más confirma que lo del feminismo y la vestimenta va más allá de la moda y recapitula lo dicho por la militante feminista Carla Lonzi: “Io dico Io”, en la versión actual de I say I, para mostrar sus nuevas creaciones.

Vale aclarar que Claire Fontaine no es una persona de carne y hueso, sino que se trata de un colectivo artístico, que genera un personaje ficticio que toma el nombre de una línea de cuadernos escolares franceses, ahora resignificado. Este constituye un espacio de colaboración que a través del arte pone en jaque creencias extendidas y evidencia, además, reclamos políticos y sociales. Tal cual lo demostraron hoy todas las expresiones aparecidas en el fashion show: “Beautiful femenine is a ready-made”, “Consent”, o “Woman’s love is unpaid labour”, entre otras.

El desfile abrió con un conjunto de ambo, negro, camisa blanca y corbata también negra, como para dejar en claro que, acá están, que ellas son, mujeres que trabajan, y por qué no también son jefas. A continuación se vieron conjuntos de falda, blusa, y monos (prenda típica de la tendencia “workwear” o ropa de trabajo) acompañados por borcegos y medias de red tres cuarto, dando cuenta que la estética del punk no sólo sigue vigente en la calle, sino que cada tanto retorna a la pasarela. En ese sentido es que, además se vieron prendas, en textiles tipo tartan, en su mayoría en blanco y negro, o en rojo ladrillo y blanco, con terminaciones de flecos, en apariencia artesanales. El resto fue un homenaje a la estética de combate y a las mujeres de los 70. Otro guiño a la segunda ola feminista y al trabajo de Lonzi.

Las modelos que comandaron el desfile llevaron además gorras de cuero, carteras bandoleras tiradas hacia atrás, y pañuelos atados como si fueran piratas hacia la conquista de algún nuevo territorio ¿Será este el del fin del patriarcado?. Por su puesto que no faltó el monograma de Dior en las ya clásicas shop bag como también en los géneros puestos en las cabezas. 

Este fashion show además de constituir una nueva unión entre moda y arte, también es el inicio de una asociación entre la casa Dior y el Museo del Louvre para financiar proyectos ecológicos y paisajísticos para restauración del Jardín de las Tullerías. 

En lo que va de su historia en la firma, la Chiuri ya se inspiró en la activista Chimamanda Ngozi Adichie cuando en 2017 lanzó la campaña “All should be feminist”, tomando esta frase de la luchadora afroamericana; también hizo lo propio homenajeando a la hermana de Christian Dior en su última colección del 2019; y más recientemente cuando se unió a la artista norteamericana Judy Chicago para dar inicio al desfile con el cuestionamiento “¿Y si el mundo lo dominasen las mujeres?”, ahí plasmado como telón de fondo.

De esta manera Dior confirma que todavía queda mucho por contar, y que claro, ahora lo decimos «Nosotras decimos nosotras»

 

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