«Quiero llevar Ucrania a cada espacio que voy», esa idea es el motor principal de la búsqueda de Macarena Belén Rogaczewski Babenco, oriunda de Oberá, Misiones, y una de las tantas nietas que se suman a la comunidad de los más de 500 mil ucranianos que residen en Argentina.
Diseñadora industrial graduada de la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Nacional de Misiones, en 2017, mientras hacía su tesis, pensó en unir su interés por la moda al deseo de indagar en la tradición textil y vestimentaria de sus ancestros. Así, fundó la firma Paraskeva como homenaje a su tatarabuela llamada Paraskeva Tocaiuk. ¿El objetivo? Difundir la técnica de bordado ucraniano a través de la producción de trajes típicos, como los que, por ejemplo, llevan los integrantes del Ballet Ucraniano Tryzub de Campo Viera, además de una línea de blanco que incluye toallas, caminos de mesa, servilletas, y almohadas. Desarrollos entre los que también se destacan las emblemáticas vyshyvankas (camisas) que se realizan a medida y con motivos personalizados.
«Rescatamos principalmente el bordado, que es como el ADN de la tradición textil ucraniana», indica Macarena. Y como cada región tiene los propios, lo hacen respetando su impronta y sus características, tal cual son. Algunos los realizan a mano, en el modo ancestral, en punto cruz, otros los hacen computarizados a máquina. De hecho, durante la pandemia, Paraskeva diversificó aún más las propuestas y se metió de llenó en la producción de cubrebocas bordados. Realizaron más de dos mil, que fueron vendidos no solo en el territorio misionero sino también en otros puntos del país.
«Cuando fui elegida como reina de mi colectividad, mi objetivo no era competir con las otras candidatas para ser electa reina nacional, sino que para mí se trató de divulgar la cultura ucraniana, es por eso que siempre estoy leyendo e instruyéndome al respecto», señala Macarena. «Hoy más que nunca, sé que tomé la decisión correcta -reflexiona- porque mi marca representa al país que siempre recibió ataques de fuerzas externas y aún así se mantuvo en pie, con su cultura milenaria», expresa a horas de la decisión de atacar Ucrania por parte del presidente ruso Vladimir Putín. «Siento que es como poner mi pequeño granito de arena para apoyar desde acá», concluye.