Nikole Tursi: «Los sombreros me elevan»

Nunca salía sin su corona. Cada vez que tenía que ir a algun lado -donde sea- se calzaba alguno de esos adminículos en su cabeza. Vale la aclaración que el requerimiento en su caso no respondía a ningún protocolo de la nobleza, sino más a bien a una fascinación por las pelucas, los tocados y los sombreros que, justamente, el tiempo transformó en un oficio. “Sentía la obligación de estrenar un nuevo modelo  que combinara con mi ropa” dice a horas de viajar al Reino Unido, adonde el 4 de abril participará del prestigioso London Hat Week. Además, ese mismo día sus piezas se verán en la inauguración de la muestra Reinos de Cabinet Oseo en el Museo de Arte Decorativo de Buenos Aires. Tursi a los 20 años ya hacía fascinators sin saber que ese era su nombre, después comenzó el derrotero creativo con sus “maestros tesoros”, tal cual los denomina. Primero fue su abuela Betty, después César Orlando Nuñez, Araceli Pourcel y Laura Noetinger, entre otros. En diálogo con lamodadice explica por qué no hay sombrero imposible de hacer y cómo sigue este presente hiperactivo.

Hasta hace poco trabajabas en el área de vestuario del Teatro Colón ¿Cómo resultó esa experiencia?

Fue un antes y un después en mi vida. Trabajar ahí me dio alas. Es un mundo mágico por donde lo veas. Pasan cosas increíbles en esos subsuelos. Es muy difícil describir la sensación. Aprendí infinidad de cosas. Me costó mucho tomar la decisión de dejarlo porque soy muy apasionada con mi trabajo, pero dentro mío había algo que me decía que tenía que ir por más, y que el Teatro Colón tenía que ser mi trampolín. Salí sin límites y hoy a ya casi seis meses puedo decir que que tomé la decisión correcta.

Siendo uno de los teatros líricos más importantes del mundo ¿Qué te llevaste en ese sentido?

La emoción de ver mis trabajos en el escenario no tiene precio. La primera vez lloré. Además de la gente que conocí: mis compañeros de taller y también de los otros talleres. Cada sector del Teatro es un mundo aparte y cada uno de esos mundos puedo asegurar que es infinito. Me pasaba eso que como me gusta todo lo artístico, tenía ganas de estar rondado por todos los talleres, desde peluquería, zapatería, pintura, escenografía, escultura, utileria.  Conocer a los vestuaristas de todo el mundo que van variando según la obra. Los bailarines, los cantantes , los backstage. Los cambios rápidos, la adrenalina. Las pruebas de vestuario.Tuve la suerte de estar a cargo en varias obras de ballet del grupo de niños, compartir esas funciones con ellos fueron un regalo fantástico. Ser testigo de sus dones. Absorbí sin respiro mucha información. Me enfoque en eso. Un momento muy especial se daba cada vez que llegaban los vestuarios de las diferentes Óperas del mundo. Tener esas piezas en las manos me convertía en una especie de paleontóloga que en vez de tener huesos delicados en mis manos, tenía vestuarios que van viajando por el mundo.


¿Cómo llegaste a la exposición de London Hat Week? ¿Por qué te eligieron?

Mientras todavía seguía en el teatro, ya tenía una lista de cosas que iba  a hacer una vez que lo dejara. Una de estas cosas era participar de un London Hat Week, viajar ahí y conocer a los mejores sombreros del mundo. Este año la temática de la exhibición es “World Garden” y la pauta era inspirarse en alguna flor, paisaje o planta que represente un país. Lo primero que hice fue buscar todo tipo de flores exóticas. Quería hacer algo fuera de lo normal, estuve a punto de hacer una flor que se llama flor Esqueleto o Fantasma, porque cuando llueve se hace transparente. Pero finalmente me definí por el ceibo. Porque además de estar representando a la flor nacional argentina, es exótica y siempre me llamó la atención su aspecto alienigena. Dentro de los 200 sombreros que quedaron seleccionados para participar de la exhibición, mi Ceibo fue elegido con otras 31 piezas más para la Press Previa Party que se hizo el 23 de marzo para la prensa, blogeros, fotógrafos, etc.

También vas a participar en la muestra de Cabinet Oseo ¿Cómo ensamblaste con el trabajo del diseño de joyas? ¿Cuál fue tu aporte?

Realice el vestuario basándome en dos de sus líneas de joyería. El primer conjunto se llama “Electrolisis”que es el proceso de metalización de objetos a partir de una técnica electroquímica por el cual el objeto se cubre de metal generando una capa de cinco micrones o más. Creé un personaje que representa la electrolisis, para esto estuve experimentando con infinidad de materiales, fusionándolos hasta llegar a nuevas texturas que luego modelé en forma de plantas y hojas dando la sensación de estar basadas en cobre, pero a la misma vez con movimiento. El segundo conjunto se llama “Filograna”. En éste, mi meta fue personificar su descripción tomando como protagonista el color plateado. A partir de la vista de microscopio ampliada de un organismo vivo generé un dibujo que sirve de guía para la creación de una especie de encaje hecho de alambres de alpaca, cobre y bronce soldados con estaño.

El sombrero tiene una función principal que es la protección y, a su vez, es un objeto de ornamentación ¿Qué representa? ¿Cómo lo definís?

Mi destino está sujeto a los sombreros por donde lo mires. Tengo que usar sombrero todo el tiempo por una cuestión de piel y esa es una excusa más para seguir creando infinidad de nuevas piezas. Sueño con el próximo sombrero casi todas las noches, cuando estoy terminando uno ya empiezo a ver en mi mente el que sigue. A mi el sombrero me eleva. Más allá de sentirme protegida, me siento más poderosa. Creo que tener un sombrero en combinación con la vestimenta es la armonía perfecta.

 

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