Es una tendencia que pisa fuerte al menos desde el 2014, basta con recordar la colección cápsula que hizo Alexander Wang para H&M ese mismo año. Con la idea de unir lo deportivo a lo urbano no sólo se revolucionó la pasarela sino que además quedó instalado un estilo que persiste tanto para el día como para la noche. Así es que continúa el mix de prendas que en su origen tienen destino citadino con otras más apropiadas para ir al gimnasio o hacer algún deporte. Se trata de buzos con capuchas, parkas, pantalones de corte deportivo y accesorios; gorras y elementos portantes (mochilas, riñoneras) entre otros. En cuanto a la paleta de colores, los privilegiados son el negro y el gris. Así lo mostró Versace para el verano 2017.
El pantalón mucho más corto de lo habitual es una de las características que define a los conjuntos para este verano. Tal el caso de las propuestas de Demna Gvasalia (uno de los revoltosos creadores de Vetements) que además, diseña para Balenciaga y apuesta a sacos con hombros anchísimos, bien exagerados. Esa es una de las variantes para el 2017, a las que se suman los sacos y pantalones superamplios que mostró Yamamoto y los de corte años 70 y estampas floridas que presentó Alessandro Michele para despuntar en la pasarela de Gucci. Parches y apliques también valen para la sastrería, alineados con la tendencia punk, como así también existe una clara alusión al funk; así fueron los ambos propuestos por Christopher Kane.
Si de algo no quedan dudas es que ya es obsoleto pensar que existen colores para las mujeres y otros para los hombres. Lo mismo sucede con las estampas. Lo cierto es que hay dibujos y motivos utilizados en distintas tipologías sin distinción de sexo. ¿Cuáles predominan? Las flores y los estampados que aluden a la naturaleza, el animal print (en Marc Jacobs y Alexander Mc Queen) y los dibujos propios de las vestimentas de tradición oriental. Además de las estampas que referencian a África o la India. Clara muestra de esta tendencia pudo verse en marcas como Dior (en mixtura con el punk) y en Louis Vuitton. Valga el dato de las camisas print típicas de los años 70 y también 80.
Con más de 160 años de historia, el denim ya es un clásico lo mire por donde se lo mire. El jean, tal cual la denominación de la mayoría de los mortales que pisan estas pampas, es tendencia en modo pantalón, bermuda, camisa, campera y mono (sí, también para los hombres). Así es que se resignifica sumándose, a su vez, a la tendencia del oversize o a un total look denim tal cual la pasarela de Emporio Armani. Los conjuntos en patchwork, como en el caso de la colección del belga Dries Van Noten constituyen otro de los puntos destacados para el 2017. Además, de los bien ponderados pantalones en denim tie dye (decolorado) como los que presentó la legendaria firma italiana Diesel o la marca Disquared2.
Las bandas surgidas allá por los años 70 prestaban especial atención al atuendo. Claro está que la ropa no era un tema para nada menor. Todo lo contrario. Comandado inicialmente por la reconocida diseñadora Vivianne Westwood, el punk surgió hace 40 años, en el Reino Unido, como música y como estilo de vida, y aún hoy, continúa en las reminiscencias a los alfileres de gancho, las tachas, el uso del tartán (escocés) y las remeras con mensajes. A eso hay que sumarle las transparencias y los borcegos de cuero. En cuanto a los colores, priman blanco, negro, rojo y también amarillo. Alcanza con ver las colecciones de Dior y Comme des Garçons, entre otras marcas.