Así como la música, la moda también dice. Y eso está más que claro para Lila Downs. La reconocida cantante de origen mexicano, licenciada además en Antropología por la Universidad de Minnesota, se expresa a través de su vestimenta arriba y abajo del escenario.
Algo que quedó confirmado en la sintaxis de piezas típicas de la tradición textil de su tierra con las que apareció ataviada en sus recientes presentaciones en el Centro Cultural Kirchner (CCK) primero, y en el Teatro Coliseo en Buenos Aires, después. Las mismas que dieron inicio del tramo argento de la gira «Dos corazones» que también tuvo parada en Córdoba en el marco del Cosquín Rock y por estos días continuará en Neuquén para seguir luego por otras capitales latinoamericanas.
«Tapame con tu rebozo», entona en la emblemática canción Llorona, dando cuenta así que la referencia a la ropa va más allá del atuendo haciéndose explícita también en los temas populares que interpreta Downs. «Yo soy del rebozo», señala, a su vez, en un reciente tik tok publicado por la cuenta Anton Noticias. «Si no lo traigo, siento que no va a estar bien el concierto», confiesa de esa prenda que funciona como una protección indispensable al momento del show.
Sobre el rebozo fue además la referencia que se hizo de la cantora en cuestión y también de Frida Kahlo en la muestra «El rebozo. Made in México», presentada en el Fashion and Textile Museum de Londres, Inglaterra, en 2015.
Tesoros
Aunque quizás la consideración más específica sobre la ropa, es la que Downs hace a propósito del huipil mexicano en su tesis de grado, texto donde analiza la simbología de los mismos.
«Representación femenina y resistencia cultural en los huipiles de San Andrés Chicahuaxtla, Oaxaca», ese es el título de la obra publicada en 2013, elaborada 20 atrás por la autora. ¿De qué se trata? De entender los motivos tejidos en los textiles como una forma de escritura de resistencia del pueblo triqui ante la marginación y colonización que padece. Es además, donde procura interpretar el arte y las razones de las tejedoras, hecho por el que la propia Downs aprendió a utilizar el telar de cintura, lo mismo en cuanto al sentido social y cultural que representa el huipil para dicha cultura.
Justamente con un huipil y un rebozo apareció ataviada en el diálogo que mantuvo en el CCK con la cantante argentina Charo Bogarín a propósito de su trayectoria, sus discos y la particular mixtura de géneros de su música, además de las tres canciones que entonó para un auditorio colmado de espectadores. Pero eso no fue todo, porque la ganadora del Grammy y de seis Grammy Latinos, tuvo un gesto para atesorar cuando extendió la conversación cultural también a través de la ropa.
Así ante la exclamación de todo el público en la sala la pieza producida por la artesana, tejededora wichi María del Carmen Toribio cubrió los hombros de Downs que con total naturalidad unió el huipil y su rebozo mexicano al flamante chal en chaguar que le otorgó la mismísima Charo, quien procuró explicar que ese obsequio conserva el legado que, tal como sucede con la música, se transmite de generación en generación.