Por primera vez de modo digital, se llevará a cabo el evento que reúne a expertos del sector moda, diseño e indumentaria con foco en España y Latinoamérica. Esta edición, con epicentro -virtual- en Madrid y Barcelona, contará con una quincena de profesionales que expondrán entre el 30 de junio y el 3 de julio sobre cómo la crisis del COVID 19 afectó al sector de indumentaria y calzado y cómo será la reconstrucción. Disertarán referentes de H&M, Adolfo Dominguez, Mango, y Desigual entre otros. Christian De Angelis cofundador del portal moda.es, organizador principal del Fashion Ideas Forum (FIF) adelantó a lamodadice el enfoque y los puntos centrales del encuentro.
¿Cuál es el propósito?
Desde el 2012 generamos espacios de networking y debate de todo el sector. Notamos que si bien la industria de la moda tenía una importante necesidad de noticias sobre lo que ocurre, también demandaba espacios adonde compartir puntos de vistas, ideas e inquietudes. Entonces, empezamos a hacer actividades presenciales. En el último febrero, por ejemplo, hicimos un evento con 900 personas y desde que llegó el coronavirus, hace tres meses, realizamos actividades online que funcionaron muy bien. Tuvimos muy buena respuesta del público, empezamos la semana del 25 de marzo y a medida que se fue relajando las personas prestaron menos interés y nosotros fuimos desescalando el ritmo. Aunque sí nos apetecía hacer un forum como este, donde poder hacer una gran reflexión en torno a lo que ocurre en el sector. Lo conceptualizamos como una gran tormenta de ideas, que cada uno presente dos o tres, para tener luego una treintena y redefinir el futuro de la moda.
Con el parate en la producción y la retracción del consumo, el de la moda resultó ser uno de los sectores más afectados ¿qué es lo inmediato próximo?
Nuestra gran reflexión, es que esta crisis va a ser una acelerador de tendencias que ya se venían produciendo en la industria; muchos españoles que no se habían animado a comprar online entraron por primera vez al comercio electrónico. Esa es una transformación que se acelera. Y a nivel más conceptual, o tangible, el mundo de la sostenibilidad. Las empresas lo hacían previendo que en algunos años el consumidor lo iba a elegir, y ahora muchos se han dado cuenta que probablemente tienen los armarios muy llenos o no es tan buena la idea de comprar un producto que después se vuelve perecedero. Cada vez se impondrá un consumo más responsable. De ahí a que sea un cambio de paradigma no me atrevo a decirlo, pero si que las marcas tendrán que adaptarse. A corto plazo el efecto es una caída bestial de las ventas, un empobrecimiento de los consumidores y una tasa de desempleo muy amplia. Eso obliga a todo el mundo a reaccionar muy rápido.
También es un buen momento para que el consumidor comprenda que es tiempo de consumir menos o al menos durable.
Si, los grandes grupos, más allá de la vanguardia, están incorporando el discurso de la sustentabilidad antes que el consumidor. Esto puede hacer que la chispa sea más rápida pero no creo que de la noche a la mañana todos vayan a comprar sostenible. Este va a ser un proceso que puede tardar una o dos décadas o puede ir más veloz. Hay que ver la reacción postcrisis, porque puede haber un rebrote del consumo; la gente tiene muchas ganas de vivir y seguramente también tendrá muchas ganas de consumir.
Se habló de un «Plan Marshall», por la idea de la reconstrucción, incluso para la moda ¿qué puede decir al respecto?
Si se habló en términos generales para la reconstrucción de Europa, con un acento particular en la industria pero no en la indumentaria en particular. En el caso de España, por ejemplo, tenemos una industria de moda muy globalizada, a diferencia de Argentina, hay una gran libertad comercial, con barreras de entrada al mercado muy bajas. Aquí quizás no es necesaria la ayuda porque la industria ni siquiera es local y la producción se hace afuera, en: Asia, Turquía, la cuenca mediterránea de Marruecos, Portugal, etc. Tampoco hay una sensación de que el sector esté solicitando una ayuda pública, sino que pide más que le dejen hacer y no tanto a que el estado haga cosas.
¿Y hubo una consolidación del sector o cada uno se movió por su lado? ¿Qué pasó entre las marcas?
Sí, totalmente. Una de las conclusiones es que el sector se organizó un poco más. En España está desorganizado porque hay grandes empresas (Inditex y Mango) otras familiares, marcas medianas, calzado, textil y cosmética. Nosotros siempre defendimos que hacía falta más coordinación. Por ejemplo, Acotex tomó el lugar de portavocía del sector, como una voz clara de los que reclamaban y para que en la desescalada no se olvidaran de ellos. Creemos que hay mucho que recorrer. Es bueno que un sector tenga fortaleza patronal y asociativa, espero que se consolide con el tiempo.
Sin hacer futurismo y considerando que acaba de comenzar una década, de acá a un año, ¿cuáles cree que serán los temas centrales?
Sin dudas la sustentabilidad y después creemos que el sector tiene que conseguir seducir; lograr un discurso de creatividad y que los consumidores elijan moda. Recuperar la magia, la parte más intangible del deseo de consumir. Seguramente lo harán con creatividad e innovación y con causas que vayan más allá del mero producto.