Gema Gómez, experta en sostenibilidad y directora de Slow Fashion Next, desde Madrid da su parecer tras participar en una nueva edición de Copenhagen Fashion Summit. Donde está y hacia dónde debería ir la escena de la moda.
Los datos científicos son abrumadores y es en este sentido que desde octubre nos dicen que tenemos poco tiempo para evitar una catástrofe para todos los que vienen detrás. Por eso, y sabiendo que la industria de la moda es una de las más contaminantes e impactantes del planeta, me pregunto ¿si realmente este sector se lo está tomando lo suficientemente en serio? O si ¿no es que eventos como el Copenhagen Fashion Summit -celebrado la semana pasada- solo sirven para darnos palmaditas en la espalda diciéndonos que buenos somos por hacer un encuentro sobre sostenibilidad en moda aunque el contenido esté lejos de provocar un cambio real?
Allí, en Copenhagen, se escucharon algunos conceptos sobre cambio climático, responsabilidad, pero para los que trabajamos en este sector desde hace tanto tiempo, hablar ya no nos parece suficiente, llevamos hablando muchos años. Por un lado es cierto que hubo varias mesas en las que se mencionó esta urgencia, de hecho una de estas se titulaba “The house is on fire” (“La casa está ardiendo”) lema utilizado por Greta Thunberg, fundadora y promotora del movimiento #FridaysForFuture; el de las huelgas de estudiantes por el cambio climático alrededor de todo el mundo.
Y sin bien estas cosas se mencionaron, no se vieron objetivos concretos planteados y planes de acción con fechas para llevarlos a cabo.
Muchos ponentes hablaron también de colaboración, pero igualmente nadie puso sobre la mesa metodologías para realizar esas colaboraciones sabiendo que existen y que aprender a trabajar en grupo ya no es un secreto. Cuando esto sucede, a los que tenemos esa información, nos queda un sabor agridulce.
Se habló muy poquito de derechos humanos, otra gran decepción, sabiendo que existen todavía millones de esclavos en la industria textil. Esa es la llamada exclavitud moderna. Temas tremendamente importantes como la automatización de la industria textil solamente se mencionaron diciendo que va a ser un problema pero igualmente en ningún momento se hizo una propuesta concreta de cómo esta industria con tanto poder económico va a transformarse para que esa transición hacia la tecnología no tenga un impacto tan negativo en los millones de personas que trabajan en este sector.
Desde mi perspectiva se habló poco de los objetivos de desarrollo sostenible que son nuestra guía global para organizaciones, empresas y gobiernos para cambiar el mundo a mejor que se lanzaron en 2015 y que tienen su fecha límite en el 2030. En Slow Fashion Next siempre decimos que el objetivo de desarrollo sostenible que tiene que ver con la producción y consumo responsable en moda, justamente, es el número 12, el que refiere al sector que produce más de 100 millones de prendas anuales según el informe de la Fundación Ellen MacArthur “A New Textiles Economy”. En ningún momento se habló tampoco de que para hacer realmente sostenible este sector hay que poner límite al crecimiento y que el modelo fast fashion que implica todo lo contrario ya que se alimenta de la venta masiva de productos.
Nosotras, las que formamos Slow Fashion Next, pensamos el modelo de la moda tiene que cambiar tiene que tener una visión global con una aplicación local, tiene que ser distributivo y dar su sitio a millones de personas que representen millones de puestos de trabajos dignos y para ello formamos en moda sostenible y emprendimiento en moda con esta visión.
Y porque es una industria que mueve tanto dinero deberíamos de poderlo conseguir pero para ello estas grandes empresas tienen que renunciar a una parte de su gigantesco pastel. No es normal que una persona gane 3,8 millones en dividendos al día como el dueño de Inditex o que el patrimonio neto estimado de Stefan Persson dueño, entre otros, de H&M sea de $16,2 mil millones
El Copenhagen Fashion Summit es un evento que si vas por la primera vez y no conoces estos temas puede parecerte interesante porque te descubre un universo que no es muy evidente en el resto del sector de la moda. Pero para los que llevamos años en esto necesitamos: más datos y soluciones técnicas, más inspiración, más compromiso entre los diferentes agentes y más fechas límites para conseguir objetivos, los objetivos de desarrollo sostenible.