El museo Fernández Blanco pone la ciudad a la moda

Por primera vez en su historia exhibirá parte de la colección originada a partir del legado de su fundador, incrementada, luego, con las diferentes donaciones obtenidas. La muestra “Ciudad a la Moda” inaugura hoy a las 12 hs en Hipólito Yrigoyen 1420, en el marco del eje MODAS del programa anual Narrativas Cruzadas de la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco histórico de la ciudad de Buenos Aires. 

Compuesta por piezas de alta costura europea y nacionales, incluye tapados, vestidos, sombreros, guantes y zapatos. “Pudimos restaurarlas en su justa medida, devolverlas a su tamaño original y hubo que reponer sedas en mal estado, fue un largo proceso en función de esta nueva colección que ahora tiene entidad propia” dice el historiador Patricio López Méndez, curador principal del museo, quién, para esta exhibición trabajó además Gustavo Tudisco, Patricia Lissa y Marcelo Marino.

A partir de la reconstrucción del acervo  del museo es que surgió la pregunta fundamental y fundacional que signa la muestra: qué tan a la moda estuvo Buenos Aires. “En qué medida se comunicó con el mundo de la alta costura; cómo se consumía; qué se imitaba; cuáles fueron los primeros diseños originales” expresa López Méndez, y aclara: “Buenos Aires fue siempre fue una ciudad a la moda”. El ojo estaba puesto en el viejo continente ya que cada vez era más común el comportamiento mimético. Incluso, había tiendas que se jactaban de ser las mejores a la hora de replicar los diseños originales. En ese contexto hay que destacar que la muestra también comprende algunas de las primeras creaciones nacionales de la firma Maison Campana: vestidos de Yvonne Perrier de De Ridder de entre 1919 y 1930.

Entre los primeros trajes a la vista del público está el del estilo tapicero. Corresponde a la época en la que no era habitual que las mujeres salieran de la casa, por eso las modistas y las costureras repetían la decoración en la vestimenta para que no desentonara del entorno. A su vez, también hay un tallieur que alude a principios de siglo XX cuando ya era más frecuente ir a un sastre y solicitar un dos piezas. Esa equiparación a la ropa masculina estuvo intimamente relacionada con la hípica y el ciclismo entre otros deportes. “Más que sobre la moda o las modas, la muestra propone reflexionar sobre la mujer que quería salir de su casa, tener vida propia, libertad, comodidad, desplazamiento, opinión” enfantiza López Méndez. 

Abanicos

Una selección de la colección de 400 piezas reunidas inicialmente por Isaac Fernández Blanco, están expuestas en una de la salas reinauguradas. Hay variedad de formatos, materiales y procedencias que atraviesan tres siglos de producción y consumo.

 

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