Una estilista de moda, un director comercial y una diseñadora, todos latinos, cuentan su experiencia con Lagerfeld. Puntos de vista y coincidencias apropósito del diseñador que aggiornó Chanel, se rodeó de jóvenes y tuvo el trabajo como imperativo hasta sus últimos días.
Gran conocedor
Tati Cotliar, estilista de moda, que vive y trabaja en Inglaterra, lo conoció a Lagerfeld cuando trabajaba como modelo. Desfiló para Chanel en diferentes oportunidades. Hizo todas las temporadas entre las presentaciones de AW 2010 y el 2013. “A él lo vi por primera vez cuando estaba haciendo el fitting, me acuerdo que ya estaba toda lookeada y que le comentaron que era argentina porque a él le gustaban los argentinos” comenta desde Londres. Esa primera vez alcanzó para que Cotliar después fuera convocada a participar en un video homenaje a Gabrielle Chanel adonde se retrataba la caída de la firma y cómo después se revitalizaba. “Él era multifacético, inteligente, conocedor de la cultura en general, algo que hoy le falta a la mayoría de los directores creativos. Karl era como una enciclopedia, era fascinante toda la información que salía de él”. Para ella, además, era increíble poder escuchar cómo había pensado cada una de las colecciones y cómo había hecho la investigación para llevarlas a cabo. “El entendimiento que él tenía de la moda, era algo muy francés; eso de qué es elegante y que no. También me parecía muy gracioso, tenía mucho sentido del humor”. Más allá de la capacidad económica que tenía la marca había un especial cuidado hacia todos los que trabajaban con él, eso destaca Cotliar. “Todo estaba muy organizado, recién llegaba a sus ojos cuando estaba todo perfecto. Era muy interesante ver su método. Para mi era muy estimulante participar en Chanel” concluye.
Mente prodigiosa
Corrían los años ’90 y el chileno Ignacio Astaburuaga era elegido como director comercial de Karl Lagerfeld. Se ocupó de los estudios de mercado y de la implementación en todo el mundo: Asia, Medio Oriente, América y Europa. “Editaba las colecciones para los distintos mercados, entonces estaba en permanente feedback con Mousier Lagerfeld y equipo”. ¿Cómo era la dinámica de trabajo en la marca que el lideraba? “Apenas terminaba un desfile y la campaña de venta, inmediatamente, empezábamos a pensar en la próxima colección. Nos reuníamos con fabricantes de telas. Ellos nos mostraban sus novedades, los resultados obtenidos en laboratorio o en cuanto al estudio de materiales -recuerda Astaburuaga desde Santiago de Chile- Karl empezaba a dibujar y a enviar los bocetos a las personas del estudio creativo de la casa. Después venían las pruebas de la ropa y él siempre preguntaba qué tan comercial era una prenda. Su mente prodigiosa tenia registro de todo lo que hacía». ¿Cómo puede definirlo? «Fue un ‘grand Monsieur’, como se dice en este metier, fino, generoso, humano, escondía su amabilidad detrás de esos anteojos que también le permitían mirar sin ser visto” sintetiza.
Exploración textil
“Me contactaron de Chanel después de ver una serie de fotos de los materiales que habíamos hecho» dice la diseñadora Jessica Trosman que en 2012 desarrolló textiles para la marca. Vinieron en representación de Lagerfeld, le comentaron que el título de la colección era Scotland y le mostraron fotos para que supiera por donde iría la cosa y para que ella indagara en las técnicas que venia probando como engomados o canutillos, por ejemplo. Trosman recuerda que la inspiración estaba anclada a las imágenes de una casa en la que había vivido Coco Chanel. Las referencias eran múltiples. Así es que exploró hasta lograr materiales de apariencia acuática, superficies similares a las escamas de un pez y otras en torno al típico tartan británico. De esas piezas pequeñas, entre 30 y 40, hechas de manera artesanal con diferentes técnicas, fueron 9 las que quedaron seleccionadas por el mismísimo Lagerfeld. ¿Qué admiraba de él? «Creo que lo que más me gusto data de la década del 2000, de Fendi, cuando teníamos la marca Trosman Churba, me acuerdo de un desfile en especial, de los tapados que eran de un lado de piel y del otro metalizados, de la paleta que usaba y de la mezcla de texturas. Él además revivió Chanel hablándole a la gente joven. Perdimos a un gran diseñador, un empresario, un talento. Hay pocos como él, con ese nivel de educación. Se van a extrañar sus puestas en escena” reflexiona.