FUENTE: DIARIO LA NACIÓN
Mucho de lo que está sucediendo a nivel social también está pasando en el ámbito de la moda: ganan terreno las miradas con perspectiva de género. Tal es así, que resulta cada vez más obsoleto decir que la moda es un tema de mujeres; que las niñas deberían usar el color rosa y los niños el celeste; que hay tipologías estrictamente masculinas y otras femeninas; o insistir en la idea de un único modelo de cuerpo posible, entre otras cuestiones. Por supuesto que estos cambios, en tanto transformaciones sociales, ya generan interés en diversos ámbitos académicos y esto hace que se estén repensando las estructuras más habituales no solo a la hora de diseñar, sino también al hablar sobre moda y diseño.
Uno de esos casos es el seminario que desde fines de abril se dictará, por primera vez, en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). «Diseño, Moda y Estudios de Género» es el nombre y tiene como directora a la Dra. en Ciencias Sociales e investigadora UBA-Conicet, Laura Zambrini. «Los estudios de género analizan los sistemas de poder a partir de las desigualdades y jerarquías entre varones y mujeres expresados en sociedades machistas. Además, brindan las herramientas teóricas para repensar lo femenino y lo masculino como construcciones sociales, y permiten identificar los modos en que esas nociones van cambiando a lo largo de la historia», explica.
El curso surgió bajo la órbita de la Tecnicatura Universitaria en Diseño de Indumentaria y Textil que en la misma universidad dirige la Dra. María Lombana. Además, cuenta con la coordinación de la Dra. en Filosofía y reconocida artista textil Alejandra Mizrahi y la Dra. Ana Lozano. Como uno de sus objetivos principales propone «proyectar el diseño desde el entorno en el que vivimos, de modo que sea capaz de modificar las formas de vida de nuestra comunidad. En este sentido, la sociología nos ayuda a pensarnos como parte de un sistema y no como individuos aislados que conseguimos cosas por motu proprio. Comprender este sistema es la clave para poder modificarlo», expresa Lombana. Entre otros temas abordará: la invisibilidad de las mujeres y las voces dominantes del diseño, el rol de las mujeres de la Bauhaus, y la globalización y las nuevas propuestas de diseño.
Es un dato además, que al tratarse de un seminario de posgrado y extensión, a la vez, tiene dos tipos de destinatarios: participantes con título de grado y sin título, esto hace que el curso esté -realmente- orientado a la comunidad en general. «Tenemos que entender cómo es ese mundo para el que diseñamos, y tener la capacidad de modificarlo desde nuestro hacer. Los contextos, las ciudades, los paisajes en donde diseñamos varían mucho de un sitio a otro, Tucumán o nuestra región del NOA no escapan a esas particularidades sobre las que debemos pensar para poder cambiarlas a futuro» analiza Mizrahi.
Miradas ampliadas
Cuando se habla de moda, diseño y estudios de género en Argentina, aunque el recorrido hasta acá sea breve, cabe destacar el trabajo de Zambrini que desde el 2012 incluye materiales con perspectiva de género en su cátedra de Sociología de la Moda en la carrera de Diseño de Indumentaria y Textil de la UBA. «Se trata de generar conocimiento acerca de, por ejemplo, todas aquellas representaciones asociadas a la moda y lo textil como universos intrínsecamente femeninos y por lo tanto, menos valorados socialmente. A la vez, trato que los estudiantes tomen conciencia que diseñar indumentaria es también diseñar género» comenta Zambrini que además forma parte del Grupo de Estudios Sociológicos sobre Moda y Diseño (Gesmodi) donde también desarrolla investigaciones sobre el tema. Recientemente, presentó «Tránsitos de Género en el Vestir» en el marco del Seminario de la Crítica en el Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas Mario J. Buschiazzo de la UBA. En ese encuentro profundizó en una de las cuestiones más analizadas por los estudios sobre moda con perspectiva de género: la ropa genderless o neutra y la consecuente crisis del sistema binario.
Otro de los antecedentes a tener en cuenta es el desarrollado por Griselda Flesler titular de Diseño y Estudios de Género, materia optativa incorporada oficialmente a todas las carreras dictadas en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU). Comenzó en el 2017, es cuatrimestral y la inscripción que hasta acá rondaba o superaba los 400 alumnos, este año tuvo un récord de 500 inscriptos. Establece que cuando se habla de violencia simbólica y de producción y reproducción de estereotipos es fundamental comprender que la arquitectura y los diseños -incluidos indumentaria y textil- tienen un rol clave en la construcción de patrones socioculturales. Por eso es imperioso pensar en otras miradas posibles.
Este crecimiento en las propuestas y en el interés en los cursos con perspectiva de género debe ser leído en la coyuntura de las masivas manifestaciones de mujeres que se dieron durante el último año, que si bien en muchos casos responden a la continuidad de luchas históricas ahora se hicieron visibles para toda la sociedad. En ese sentido, surgen algunos interrogantes: ¿Cuánto tuvo que ver el contexto? ¿Fue determinante? ¿Los estudios surgen por una demanda de los estudiantes o como una propuesta de los docentes? «Hasta hace muy poco tiempo, hablar de género era algo estigmatizado o visto con desconfianza por muchos, incluso en espacios académicos. Por suerte esto ha ido cambiando y el propio contexto social lo impuso en la agenda y cada vez más en las universidades» expresa Zambrini. Flesler recuerda que cuando empezó en FADU, hace más de 10 años, «no había mucho quórum para hablar de estos temas, claro que ayudó mucho el contexto pero también creo que la materia tiene éxito porque el enfoque es teórico y proyectual». En el caso del seminario de la UNT, nació «como una herramienta para entender los fenómenos sociales colectivos con la finalidad de analizar comportamientos y tendencias en relación a la moda y su impacto en los procesos de diseño -comenta Lombana, y agrega- intentamos abarcar la cuestión de género y su relación con la moda y el diseño de indumentaria promoviendo un pensamiento social y proyectual local más inclusivo y diverso».
Tres pioneras
- Christine Bard. Autora de «La historia política del pantalón». Rastreó el uso de esta prenda como símbolo de poder y masculinidad, y la apropiación por parte de las mujeres desde la Revolución Francesa hasta los años ’70.
- Valerie Steele. Curadora y directora del Museo del Fashion Institute of Technology de Nueva York, además fue editora de Fashion Theory: The Journal of Dress, Body & Culture. Trabajó sobre la moda y la identidad queer, entre otros temas.
- Joanne Entwistle. Autora de «El cuerpo y la moda. Una visión sociológica». Analizó el rol de la moda en la formación identitaria. Lo novedoso es que lo hizo desde la triada cuerpo, género y sexualidad.