Finalmente, tras una semana de constantes rumores, a través de un comunicado del Grupo Mass, el martes por la tarde se conoció la versión oficial: Jessica Trosman dejó la dirección creativa de JT, la marca que cofundó con Patricio Bayá y Paula Neira Bayá en el 2013.
A la confirmación de la salida, siguió la ausencia de la diseñadora en el que fue el último desfile de la firma bajo su tutela. Consultada por lamodadice prefirió no hacer declaraciones, aunque dejo entrever que no pasará mucho tiempo hasta que comunique su nuevo rumbo.
Moda en el bajo porteño
Pasadas las 19.30 hs en un 6to piso, pelado, a puro hormigón, sin muebles ni ningún aditamento u ornamentación, comenzó el desfile que contó con la presencia de periodistas, productores de moda, estilistas, fashionistas varios y fanáticos de la firma. Además de decenas de celebridades locales que le dieron el sí a esta nueva versión de JT: Calu Rivero (protagonista de la campaña AW 2019), Belen Chavane, las hermanas Julieta y Rosario Ortega, Carola Reina, Florencia de la V, Favio Posca, Muriel Santana y Emilia Attias, entre otros.
Lo cierto es que en la pasarela se vio, una vez más, la expresión sostenida de una marca de diseño argentino consolidada en el mercado local, que no solo vende en el exterior sino que además logra convocar a los de la Generación X, los Millennials y los Centennials por igual.
La Visión del Vacío, así se llama la colección, en sintonía con las anteriores, al menos las dos últimas, comprende prendas oversize, reconfiguraciones sastreras, y mantas que hacen las veces de abrigos. Además de detalles en cierres, superposiciones y diálogos fluidos entre texturas contrapuestas como lana, paño, algodón, entre otras. “Nos inspiramos en el ámbito del camping, jugando con telas y avíos, creando prendas complejas, versátiles y fuertes” dijo Paula Bayá sobre la nueva era de JT.
A eso se suman las estampas dameras, rayas y cuadros. Hubo gris, azul, blanco, negro, mostaza y verde militar. Este último junto con el camuflado, pueden leerse como una referencia a Santa Tarasca, la patrona del imaginario pagano, creada por la triada Trosman- Bayá y Neira Bayá que ahora también tomó el mote de guerrera.
En cuanto a los nombres de las prendas, persiste la sana costumbre de usar nombres de astros de la redonda. Tal el caso de la Gareca bag. Otras tipologías, en cambio, llevan los nombres de escritores y filósofos, así es que el Rimbaud Top, se asocia con el Dickens Bagpack y el Kafka Top con los zapatos Marx.
Para seguir con la impronta deportiva, no es un dato para nada menor la colección masculina que presentaron en cápsula con Adidas, que si bien fue mostrada en la pasarela por hombres sin dudas coincide con el cambio de época, el de las prendas agender.
El contexto musical contó con el tema «Una palabra» del cubano Carlos Varela, cuya letra (Una palabra no dice nada/Y al mismo tiempo lo esconde todo/Igual que el viento que esconde el agua/Como las flores que esconde el lodo) despertó suspicacias entre algunos de los asistentes. ¿Por qué la eligieron? “Buscamos en la música una expresión que acompañe el momento por el que está pasando la marca y que fuera un complemento de lo que queríamos representar con la colección” expresó Bayá.
El saludo final del desfile fue por cuenta de la dupla Bayá y del team de diseñadores que hacen la marca que, ahora, parece sugerir una apuesta más comercial que las anteriores. ¿Están generando una transformación en ese sentido? “No es una búsqueda planteada, simplemente hay colecciones que resultan más comerciales que otras, nuestra forma de trabajo es siempre la misma, y esto hace que lleguemos a distintos resultados” sintetizó Bayá.