En el último día de la semana de la moda de Paris, un repaso de los momentos clave: sostenibilidad, referencias, aniversarios, recurrencia al archivo, entre otros temas y recursos tomados por diez de las marcas más importantes de la escena de la moda en el mundo.
Dior
Grazia María Chiuri montó un bosque encantado y revisitó la vida y las ideas de Catherine Dior, la hermana del reconocido modisto Christian Dior, basada en la estética de esa joven que formó parte de la resistencia al nazismo y que dedicó su vida a la botánica. Hubo sombreros de paja, y vestidos campestres con bordados redundantes de flores y plantas.
Saint Laurent
La firma comandada por Anthony Vaccarello hizo más ruido con la campaña de profiláticos que lanzó a días del desfile que tuvo la torre Eiffel de fondo y trajo de vuelta a la pasarela uno de sus hit de siempre: el esmoquin, aunque aggiornado y llevado por la supermodelo de los 90, Naomi Campbell. Volviendo a los preservativos: cuestan dos euros, y están envueltos en sobrecitos de estampa damera blanco y negro.
Maison Margiela
Otra que dio más que hablar por el cierre a cargo del modelo Leon Dame que por la colección en sí; la mannequin atravesó la pasarela raudamente, como si quisiera llevarse puesto cualquier cosa que se interpusiera a su camino. Lo cierto es que John Galliano, no hizo más que presentar prendas con pretensiones genderless, aunque vale de decir que en la mayoría de los casos eran tipologías de corte masculino.
Yamamoto
A 30 años del estreno del documental Notebook on Cities and Clothes dirigido por Wim Wenders, con el protagónico del mismísimo Yohji Yamamoto, esta vez; el diseñador oriental mostró vestidos propios de principios del siglo pasado, aunque actualizados con estructuras, recortes geométricos y yeites deportivos. Y valga el juego temporal ya que la colección se llama “No Future” en referencia a la emergencia del planeta
Vivianne Westwood
Comandada por el diseñador y pareja de la emblemática Westwood, Andreas Kronthaler, exhibió prendas hechas con telas ya existentes, con referencias a distintas épocas y estéticas: hubo alusiones a las chicas pin up y, a su vez, al Renacimiento. La nota la dio Bella Hadid tan cubierta que por momentos era difícil advertir que se trataba de la famosa modelo. ¿Mostrar o en realidad no mostrar a una de las mannequins más populares del momento? ¿Es una acción subversiva?
Elie Saab
El diseñador de origen árabe, llevço turbantes, faldas extesas, calados y estampas simil africanas a la pasarela, en un homenaje, claro, a la cultura afro. El ojo estuvo puesto en la estética de la cantante Nina Simone y los colores predominantes fueron el rosa pálido, el blanco y negro, además de los tonos tierra, verde y amarillo.
Stella McCartney
Continúo con el algodón orgánico, denim reciclado y esta vez también presentó prendas hechas en koba, un material peludo, símil piel, que propone desterrar del todo las de animales. A esa impronta de la marca que incluye diferentes propuestas sostenibles, se sumó el apoyo explícito a la enorme Greta Thunberg, líder del cambio, arenganda incluso por la diseñadora británica, hace 6 días, en el Instagram de la firma.
McQueen
Que el mundo está mirando a lo ancestral no es novedad, aunque esta idea apareció reforzada y multiplicada en cada outfit de McQueen. Sarah Burton, además de trabajar con artesanos irlandeses, a su vez; reutilizó telas del stock de la firma evitando así generar nuevos materiales y por ende energía y desechos. La perla fue el vestido que pasó la veterana Stella Tennant con un bordado en el que participó todo el personal de la firma, CEO incluido.
Chanel
Subió a los techos de París, en una escenografía, claro, a puro tweed con primacía del rojo, blanco y azul, en diálogo con gasas y denim. Hubo chaquetas con faldas cortas y mini shorts. Además de vestidos estilo boho y maxi faldas. Virginie Viard, en su segunda colección después de la muerte de Karl Lagerfeld, puso en valor, una vez más, todos los símbolos de la firma.
Louis Vuitton
Le dijo sí al dandismo típico del siglo XIX y principios del XX, en trajes de tres piezas, pantalones tiro alto, sacos con amplias solapas, rayas, príncipe de gales, tartan, abotinados y mocasines. A eso lo mixeó con estampas de flores, algunas más psicodélicas y vestidos setenteros. Otro acierto de Ghesquiere quien al finalizar saludó ataviado en denim, muy alejado de George Brummell el rey de los dandies.